domingo, 20 de octubre de 2013

Cosecha de primavera: los discos que se vienen

Enterate cuáles son los mejores títulos nacionales e internacionales que van a salir antes de que termine el año o que acaban de salir

Paul McCartney - New (14/10)
Nunca me gusta decir «es un disco de la puta madre!»", dice Paul McCartney riéndose. "Trato de ser modesto. Pero me parece que éste les va a gustar." El ex Beatles estuvo trabajando durante más de un año en su nuevo álbum solista con la ayuda de un dream team de productores de primera línea que incluye a Mark Ronson, Paul Epworth (encargado de los hits de Adele) y a Ethan Johns (que trabajó con Kings of Leon y Laura Marling). Según McCartney: "Ha sido una aventura realmente increíble".
El proyecto empezó cuando McCartney se juntó con Epworth para unas sesiones de improvisación. "Nos volvimos locos con la cantidad de ideas que proponíamos los dos", dice el ex beatle. Después se juntó con Johns en Londres. El primer día grabó una balada llamada "Hosannah" con instrumentos vintage. Johns recuerda que "llegó con esta canción impresionante, enchufamos un par de micrófonos, y en cuatro horas grabamos este track increíble".
En busca de música dance, McCartney llamó a Ronson, que ofició de DJ en su boda con Nancy Shevell en 2011. "Con Paul aprendés a no hacer demasiadas preguntas", dice Ronson. "Llegó un día escuchando una cosa medio funk y moombahton, y me preguntó: «¿Cómo hacemos para conseguir esta energía?». Me puso la canción y era «Climax» de Usher."
McCartney grabó más canciones con los tres beatmakers más Giles Martin (hijo del histórico productor de los Beatles, George Martin), y trabajó en Nueva York, en Abbey Road en Londres y en su estudio casero de Sussex. Después de un tiempo, empezó a preguntarse si esos resultados tan eclécticos se amalgamarían bien juntos. "Pensé: «Oh, no es un disco de rock, no es un disco acústico»", dice McCartney. "Y después me acordé de los discos de los Beatles. Había canciones como «Why Don't We Do It in the Road» al lado de «Blackbird», o «Something» al lado de «She's So Heavy». Es decir, ¡nos gustaban los cambios de tono en serio! Este disco salió un poco así. La continuidad que lo atraviesa y que lo hace una sola cosa, creo, es el hecho de que sea yo."
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=BkbbP0ozyMs
Pearl Jam - Lightning Bolt (15/10)
Pearl Jam no tenia ningun apuro cuando empezó a grabar Lightning Bolt, su décimo disco, hace casi dos años. "Grabamos seis o siete canciones", dice Brendan O'Brien, el productor histórico de la banda. "Pero no estaban listos para terminar el disco." Finalmente, este año se pusieron a trabajar y completaron un set de canciones rockeras súper cargadas en la misma tónica del single "Mind Your Manners". "Han aprendido mucho con los años", sigue O'Brien, que empezó a trabajar con la banda en Vs, su disco de 1993. "Me tomo cada disco muy en serio. Siento que mi trabajo es ayudarlos a sacar un álbum con el que la gente diga: «Wow. ¡Me encanta Pearl Jam!». Me había olvidado cuánto me gustan estos tipos."
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=jWQYYavheUA
Miley Cyrus - Bangerz (4/10)
"Perdón que no estuve tweeteando mucho últimamente", escribió Cyrus hace poco en su cuenta de Twitter. "Estoy concentrada en #bangerz." ¿Qué dijo? "We Can't Stop", el último hit de la ex estrella de Disney, saltaba del pop edulcorado de sus discos anteriores a un beat explosivo del productor de hip-hop Mike Will, con letras llenas de slang rapero y narraciones sobre estar de fiesta hasta que amanezca. Algunos de los que colaboran en el disco: Pharrell, Will.I.Am y Future. "Es la primera vez que la gente escucha mi nuevo sonido", le dijo hace poco a RS. "No quiero hacer más música para teens."
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=LrUvu1mlWco

Salta la Banca - Visceral 17/10
"Estamos con más ganas de rockear que nunca", dice el cantante Santiago Aysine sobre el cuarto disco de Salta la Banca. "Antes éramos más fogoneros." Igual, aunque el espíritu general es el rock, todavía hay fusión: salsa, candombe, reggae. "Pero de dos estrofas y estribillo, bien directos." En "La buro", una asociación entre los términos "laburo" y "burocracia", Aysine descarga contra las políticas antilaboralistas. "Acentuamos nuestro perfil contestatario", dice. Grabaron en cinco días en Romaphonic (ex Circo Beat), y la presentación será en el Estadio Malvinas Argentinas, el 10 de noviembre. "Es el cierre de una etapa", reflexiona Aysine. "Nos estamos sintiendo cómodos con el sonido del rock."
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=RSr0mUZwf8w
Katy Perry - Prism (22/10)
"Es un proceso de tallado", dice Perry sobre las sesiones para su tercer disco. "Siempre lucho para conseguir lo mejor." La estrella pop se negó a dar más detalles, pero se le escapó que estaba llamando desde Suecia, donde, de casualidad, vive el productor Max Martin, que la ayudó a alcanzar el multiplatino con Teenage Dream, su disco de 2010. Martin volvió para componer "Roar", el nuevo single de la cantante, un trabajo en colaboración con la propia Perry, Dr. Luke y Bonnie McKee. "Es una Katy más adulta", dijo hace poco McKee sobre el disco. "No suena para nada como el «California Gurls» de antes."
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=CevxZvSJLk8
Arcade Fire - Reflektor (29/10)
Hay una sola certeza sobre el misterioso disco sucesor de The Suburbs, de 2010: el proceso de grabación fue frenético. A poco tiempo de empezar, se cayó el techo del estudio de Arcade Fire en Quebec, Canadá. Entonces, la banda se cambió a los estudios DFA de Nueva York, para trabajar con James Murphy, el líder de LCD Soundsystem. Además, una de las integrantes, Régine Chassagne (esposa del frontman Win Butler) dio a luz a un varón en abril. A pesar de las circunstancias caóticas, Murphy ha descripto el disco como "increíblemente épico".
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=7E0fVfectDo

Ringo Starr agrega una función "íntima"

Además de sus dos fechas en el Luna Park, el Beatle tocará el 4 de noviembre en el Teatro Ópera

Como ya habíamos anunciado, a exactos dos años de su primera presentación en el país, Ringo Starr vuelve a la Argentina. El 8 y el 9 de noviembre el Beatle se presentará en el Luna Park; dos días antes, el 6, tocará en el Orfeo de Córdoba. Ahora, debido a la gran demanda de entradas, agregó una función "íntima" para el lunes 4 en el Teatro Ópera. Las entradas para esta presentación ya se pueden conseguir a través de Ticketek, a partir de los 300 pesos. Y todavía se pueden conseguir las correspondientes a sus shows en el Luna, a través de TicketPortal.
Ringo encarará su gira latinoamericana junto con la All Starr Band, apoyando el lanzamiento mundial del DVD Ringo At The Ryman, registrado en vivo en el teatro Ryman de Nashville durante el día de cumpleaños del batero, el 7 de julio. El legendario miembro de los Beatles llega comandando la formación compuesta por Steve Lukather, Gregg Rolie, Richard Page, Todd Rundgren, Mark Rivera y Gregg Bissonette. Presentará el material perteneciente a su último disco, Ringo 2012, repasará su carrera solista y, obviamente, como aquella vez, tocará algunos clásicos inmortales de los Fab Four.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=c1jKl8xgPcE

Andrés Calamaro y sus inolvidables momentos con Luis Alberto Spinetta

El músico rememora a El flaco y reflexiona sobre "Belgrano", la canción tributo que abre 'Bohemio'

«Ojalá no se interprete este humilde homenaje como una canción demagógica, sería espantoso»
Recuerdo cada cosa que hablamos, cada palabra que me dijo y cada abrazo que nos dimos. Lo conocí en un ensayo de Nito Mestre y Los Desconocidos de Siempre, me llevó Leo Sujatovich. Aquella tarde me pidió que le alcanzara un Parliament y le sostuviera una imponente Gibson 335. Me podría haber retirado de la música en ese momento, antes de empezar.
Esa fascinación por el Flaco todos la entendemos, y la mayoría la experimentamos. No entendemos el rock en Argentina sin Luis, como tampoco se entiende sin Pappo o sin Litto.
Algo más allá de la imponente belleza lírica de su repertorio. El mismo.
Fuimos compañeros y amigos en la música. La amistad de los músicos, que continúa cada vez que nos volvemos a ver. Podía esperarme en el estudio con mates y torta frita, para hablar de música con honestidad brutal. No regalaba un elogio jamás; es el músico menos hipócrita de la historia. En el "post Abuelos" (Vida cruel) me apoyó mucho públicamente y ofendió un poco a los fundamentalistas. "No soy el Padre Lombardero del rock", dijo entonces. Habría que situarse en aquel contexto. Ahora mismo ni recuerdo quién era Lombardero.
Grabamos "Vi la raya" con García, Richard, Fernando, Cano y la troupe nocturna de Vida cruel. Grabamos lisérgicos en Privé los teclados de "La mirada de Freud" y "Rezo (por vos)".
Y nos dimos nuestro último abrazo en el aeropuerto de Santiago de Chile. Alguien me dijo que me buscaba para saludarme, yo corrí medio aeropuerto y nos abrazamos largo y tendido. Sé que estaba reconciliado con mi repertorio, que le gustaba "Paloma", y es posible que lo haya tenido en cuenta para su maratón de Bandas Eternas. Ese epitafio inexplicable. Yo estaba en Chile, en vísperas de un recital y leí que me había mencionado antes de empezar aquellas horas eternas. Me nombró entre los autores que le hubiera gustado cantar, de haber tenido tiempo... Junto a Indio Solari.
Le rendí mi silencioso tributo cenando en su restaurante preferido. Antes de irme, el sushi man me agarró del brazo y me llevó a mirar juntos una caricatura de Luis. "Se fue una gran persona", me dijo. Y nos quedamos en silencio un rato.
Me hubiera gustado que "Belgrano" fuera un secreto, no sé por qué se coló esta noble información en la promoción del disco o entre los créditos.
Mejor si cada uno descubría al flaco -escuchando la canción- en los detalles.
Al principio me desesperé un poco, violado el secreto. Pero también es lindo que se celebre el recuerdo de Luis Alberto, ya que él fue críptico y no demasiado popular en los últimos compases del siglo pasado. Quizás él resignó un destino más popular para conservar intacto su mundo intacto. Su sociedad armónica.
Era bravo con las cuestiones musicales, tanto es así que no terminó de reconciliarse con el tango y el folclore. Ni hablar de otros subgéneros.
Ojalá no se interprete este humilde homenaje como una canción demagógica, sería espantoso. Cuando Luis Alberto se murió, no quise escribir nada urgente, ni colaborar en diarios o revistas; tampoco fui públicamente a despedirme, ni él me llamó desde su lecho. Sé que enfrentó el destino fatal con gran dignidad.
Un día estaba con mi hija en la pileta de mi rancho suburbial, miré fijamente al sol y le expliqué que ahí arriba estaba un "amigo de papá". Y los dos lo saludamos con la mano.
Por supuesto, le dedico la canción a él y también a mí, por la importancia de sus discos en mi vida sensible. Especialmente esa genial década que abarcan las grabaciones de Almendra, Pescado Rabioso e Invisible. La "Canción para los días de la vida", y cosas de Jade. Y quisiera ofrecérsela a Dante y a los chicos, sus hijos e hijas. A toda su familia musical y personal, que tanto lo quiso. Que estará echando tanto de menos su gran corazón.

El costado experimental de Paul McCartney

A propósito del lanzamiento de New, te mostramos cinco de los proyectos paralelos en los que el ex Beatle incursionó a lo largo de su carrera

Uno de los lugares más comunes vinculados a los Beatles radica en la tendencia a repartir los tantos de la siguiente manera: John era el excéntrico, el abierto a la experimentación, y Paul era el más tradicionalista y menos arriesgado. Esta afirmación lejos está de ser cierta: a mediados de los 60, McCartney indagó en el avant-garde, interesado por la posibilidad de alterar cintas de grabación (tanto de audio como de fílmico), y fue uno de los artífices de la secuencia de loops que devino en "Tomorrow Never Knows", por citar un solo ejemplo. Lo que sí es cierto es que en su carrera post beatle, Macca no enfatizó en su costado más inquieto, lo que no significa que no lo haya explotado. En paralelo a sus discos solistas y a su obra al mando de Wings, McCartney se dio el gusto en más de una ocasión, y en la mayoría de ellas, optó por hacerlo entre sombras. A continuación, un listado de cinco de sus experimentos que lo alejan de la etiqueta mencionada al principio del texto.
The Family Way. La historia es conocida: en agosto de 1966, los Beatles decidieron abandonar por siempre las giras tras un show en el Candlestick Park de San francisco, por lo tediosas que se habían vuelto las experiencias en sus recitales, y por lo difícil (cuando no imposible) que les resultaba trasladar al vivo lo que desarrollaban en estudio. A pocos meses del lanzamiento de Revolver, McCartney fue el primer beatle en probar suerte por su lado al hacerse cargo de la banda de sonido de The Family Way, en plan sinfónico bajo la tutela y supervisión de George Martin.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=NE4nz08uRfA
Thrillington. A poco de editar RAM, Paul y Linda reclutaron a una serie de sesionistas regrabar la totalidad del álbum en clave jazzera e instrumental. Como durante este proceso, Wings cobró vida, el disco quedó archivado hasta que en 1977 vio la luz, adjudicado al personaje ficticio Percy "Thrills" Thrillington. La placa tuvo una recepción tibia ya que, al no figurar su nombre más que en los créditos autorales, ningún fan tuvo la certeza de que Macca fuese realmente parte del proyecto. Recién en 1989 la verdad salió a la luz, y así fue como de la noche a la mañana, la edición original del álbum pasó de baratija a obra incunable para los coleccionistas de los Fab Four.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=yE-RzfoU6Hs
The Fireman. En los 90, Macca se acercó al músico y productor Martin "Youth" Glover (ex Killing Joke) para trabajar en base a samples de las sesiones de Off the Ground, con la intención de convertirlas en un disco ambient. El dúo trabajó en secreto, y publicó el debut,Strawberries Oceans Ships Forest, bajo el alias The Fireman en 1993, y cinco años más tarde, repitieron la dinámica anónima con Rushes. Recién en 2008 revelaron su identidad (o más bien la confirmaron, ya que lo suyo era un secreto a voces) con la publicación de Electric Arguments, un disco más directo y menos experimental, del cual McCartney llegó a tocar algunas canciones en vivo en la gira que lo trajo a Buenos Aires en 2010.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=EUcarclO9iI
Liverpool Sound Collage. En el 2000, el artista plastic Peter Blake, responsable del arte de tapa de Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band, le encomendó a McCartney la creación de la música funcional para una muestra retrospectiva de su carrera. Aliado una vez más con Youth, Paul sumó a Super Furry Animals al proyecto y creó un paisaje sonoro con extractos de charlas de los propios Beatles en sus sesiones de grabación, junto a muestras de audio tomados en Liverpool. El resultado es un experimento más cercano a la musique concrète que a la canción propiamente dicha.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=va9N57IF3Uw
Twin Freaks. En 2002, el DJ francés Freelance Hellraiser saltó a la fama súbitamente gracias a "A Stroke of Genius", un mash up entre "Hard to Explain" de The Strokes, y "Genie in a Bottle" de Christina Aguilera. Al poco tiempo, Macca lo reclutó para que lo ayudase a crear algo similar con su repertorio post Beatles, con el fin de utilizarlo en la previa a sus shows. El proyecto dejó tan conformes a ambas partes, que decidieron trasladar el experimento al estudio y publicar el resultado en un vinilo doble, sin revelar la identidad de ninguno de los dos participantes.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=doOG1gBVius


Top 5: lo mejor del Personal Fest 2013

Lo más destacado de las dos fechas del festival que se llevó a cabo este fin de semana en GEBA; ¿fuiste? Opiná

Foto de Agustín Dusserre
 Aerosmith. A cuarenta años de su debut homónimo, la banda de Boston revalidó los puntos más rockeros de su carrera, con el énfasis puesto en Toys in the Attic. Poco importa si la relación entre Steven Tyler y Joe Perry dista de estar en sus mejores días, porque arriba del escenario, los (¿ex?) Hermanos Tóxicos se complementan y potencian. Un show con un balance cuidado entre los hits todo terreno ("Cryin'", "I Don't Want to Miss a Thing", "Walk This Way") y perlas para el fan de primera hora de la mano de "Combination", "Draw the Line" y "No More No More".
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=PrWvrO_pcJ4

Muse. En el cierre del Personal Fest 2013, el power (sí, power) trío comandado por Matt Bellamy reconfirmó su localía ante el público porteño con una puesta en escena plagada de estímulos visuales, y una lista de temas concentrada en su pasado más reciente, que dejó en claro que, así como para ellos el estudio es donde dar rienda a los barroquismos, el escenario es el terreno propicio para explotar su veta más rockera. Apocalípticos, grandilocuentes y demoledores.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Fvi3r_IczYU

La Armada Cósmica / Zero Kill. El domingo por la tarde, Daland Gutiérrez y Benito Cerati dejaron en claro que se puede tener 19, salir al escenario y ganarse el aplauso por mérito propio. El primero, al frente de La Armada Cósmica, lo hizo a fuerza de punk, cimbronazos grunge y arrogancia britpop. El segundo, con Zero Kill, por su aproximación al pop desde el trip hop y los climas shoegaze. "Revolcarse" y "Automática Lunática" respectivamente son muestras del potencial que llevan en sangre.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=hTf6pZu4XF8

Jane's Addiction. Los californianos liderados por Perry Farrell volvieron por tercera vez al país para repasar nuevamente esas piezas fundamentales del rock de los noventa, siempre enmarcadas en el imaginario pornográfico y herético que caracteriza a su concepto y su puesta en escena. "Three Days", "Stop!", "Just Because" y "Been Caught Stealing" sonaron mientras Dave Navarro se prendía sexualmente a su guitarra y el frontman desplegaba sus morisquetas. Lo mejor fue el creador del Lollapalooza garantizando la edición local del festival en 2014: "Tenemos una cita", dijo. Es promesa.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=GXvJ0yVF7bo

Band of Skulls. Una de las mayores expectativas dentro de la grilla de la edición 2013 del festival, estuvo representada por la propuesta garage, bluesrockera del trío de Southampton. A pesar de la crudeza característica del género, su sonido fue limpio y equilibró los riffs pesados con algunos cuelgues espaciales, centrándose en el complemento vocal entre la bajista Emma Richardson y el violero Russel Marsden. La satisfacción, garantizada. Bien ahí.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=FB-DWX4LB0k


lunes, 14 de octubre de 2013

Diez cosas que quizás no sabías sobre John Lennon

Curiosidades, anécdotas y misterios sobre el ícono que cumpliría 73 años

1. Primer instrumento
Lo primero que aprendió a tocar no fue una guitarra, sino una armónica que le regaló su tío. Luego, su madre Julia, lo introdujo en el banjo.
2. Debut
Lennon, Paul McCartney y el primer baterista de The Beatles, Pete Best, estaban en la misma habitación que George Harrison cuando este perdió su virginidad en un hotel de Hamburgo, Alemania, ciudad donde la banda comenzó a forjar su carrera (y, al parecer, su hombría). La leyenda dice que los muchachos alentaban y vitoreaban a George, el gurrumín del grupo, durante su "performance". Una de las tantas locuras de aquellos primeros fab four durante su "residencia" germana.
3. Peligro al volante
Fue el último Beatle en aprender a manejar, obtuvo su registro recién a los 24 años y, dicen, era un terrible conductor. A tal extremo que en 1969 tuvo un accidente que lo dejó con 17 puntos en la cabeza y su Aston Martin hecho chatarra. Desde ese momento, se trasladaba con chofer.
4. Aislado
Lennon compró una pequeña isla, ubicada en las costas de Irlanda, llamada Dorinish, por 1.700 libras en 1967. Se la llamó popularmente la "Isla Beatle" y Lennon dejó vivir allí a una pequeña comunidad de hippies. Después de la muerte del músico, Yoko Ono la vendió en 30.000 libras y donó ese dinero a un orfanato de aquel país.
5. Polémico
El guitarrista quería incluir a Jesús y Adolf Hitler en la portada de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, pero el resto de los integrantes no lo dejaron.
6. Faaasooo
Se cree que Lennon fue el que introdujo a los Beatles al consumo de marihuana, pero, en realidad, ese honor pertenece a Bob Dylan. El 28 de Agosto 1964, el cuarteto y el joven Zimmerman se conocieron en un hotel de Nueva York. En la habitación, el músico estadounidense pidió unas copas y les propuso a los fab four fumar un fasito. Lennon le dijo que nunca había probado la hierba, a lo que Dylan, sorprendido, le preguntó: "Si nunca fumaste, ¿cómo escribiste esa canción que dice "and when I touch you I get high, I get high..."? (en referencia al tema "I Wanna Hold your Hand" y la expresión "colocarse" en inglés).
Lennon le respondió: "No, Bob: la letra dice 'I can't hide, I can't hide'...".
Esta desopilante anécdota, que puede encontrarse en el libro The Love You Make, de Peter Brown (asistente de Brian Epstein, manager de la banda), no termina ahí. Cuando Dylan le dio el porro a Lennon, este se lo pasó a Ringo argumentando que era "su probador oficial". El baterista lo encendió y, como no estaba al tanto de la costumbre de dar una pitada y circularlo al resto, se lo fumó todo.
¿Ven por qué los Beatles son Ringo y tres más?
7. Peleador
En 1970, la relación entre John y Paul pasaba por su peor momento, luego de que el bajista anunciara por su cuenta la disolución de The Beatles durante la campaña de promoción de su primer disco solista, autotitulado McCartney.
Por entonces, comenzaron a tirarse "indirectas" desde sus canciones. Se pueden interpretar dardos de Macca hacia sus ex compañeros en "3 Legs", "Dear Boy", "The Back Seat Of My Car" y "Too Many People" (todas de su álbum RAM). La respuesta de Lennon se puede escuchar en "How Do You Sleep?", incluida en Imagine, con frases como "esos freaks tenían razón cuando dijeron que estabas muerto" o "lo único que hiciste fue Yesterday".
8. Come together
Lennon fue el único Beatle que nunca asistió a un concierto de McCartney. George estuvo presente en un show de la gira de 1993, mientras que Ringo coincidió con Macca abajo y arriba del escenario en varias oportunidades. Según una entrevista que Lennon le concedió a Playboy, el bajista lo visitó en su departamento de Nueva York el 24 de abril de 1976. Vieron en TV Saturday Night Live y bromearon con tomarse un taxi para ir al estudio del programa, ya que su productor, Lorne Michaels, les ofrecía 3.200 dólares si aparecían en el show. "Casi vamos, pero estábamos muy cansados", dijo. Fue la última vez que estuvieron juntos.
9. Popero
Durante sus últimos años, su álbum favorito fue el debut de The B-52's. Cuenta la leyenda que Lennon escuchó por primera vez el single "Rock Lobster" en una disco, en 1979, y se enamoró de la banda. Junto con Yoko, se la pasaban escuchando aquel LP durante las grabaciones de Double Fantasy, su último trabajo.
10. Leyenda
Hay interrogantes y mitos alrededor de su muerte. Muchos dudan del verdadero paradero de sus cenizas. Lennon fue cremado y sus restos entregados a Yoko Ono, quien nunca aseguró públicamente qué destino les dio. Se supone que todavía conserva sus cenizas, pero hay versiones que afirman que las esparció en el Central Park de Nueva York.
El otro misterio tiene que ver con el último audio de Lennon. La noche en que fue asesinado, volvía a su domicilio junto con Ono desde su estudio, luego de trabajar en la canción "Walking On Thin Ice". Se dice que todo lo que pasaba en las sesiones está grabado, todo: el día a día del proceso del disco Double Fantasy iba siendo registrado. Jack Douglas, productor del disco, comentó en una entrevista que, en la fatídica noche, pasaron cosas raras en el estudio y que, tras enterarse del fallecimiento del artista, fue y borró la última cinta porque contenía "cosas muy dolorosas". El tema nunca fue aclarado por Douglas y solo él sabría qué decía el registro final de Lennon.

Cromañón: Chabán agoniza en un hospital

Entre recuerdos de Cemento y visitas de músicos, pasa sus últimas horas en estado de semiconciencia

Acorralado. Chabán, en 2009, durante el juicio por Cromañón.
"Chabán atraviesa los ultimos momentos de su vida", dice el informe del Cuerpo Médico Forense que tuvieron en cuenta los miembros del Tribunal Oral 24 para concederle la prisión domiciliaria necesaria para recibir la atención médica que su cuadro requiere. Omar Chabán padece linfoma de Hodgkin estadio IVB y, según los peritos, tiene altas posibilidades de evolucionar de manera desfavorable "en el corto tiempo". "El cáncer se encuentra diseminado", indica el informe, "comprometiendo a órganos extraganglionares; y se diseminó hasta ganglios linfáticos, en el pulmón, hígado y médula ósea".
Chabán pesa hoy menos de 50 kilos y no se puede valer por sus medios. Su estado es irreversible.
El 20 de diciembre del año pasado, el ex gerenciador de República Cromañón esperó al camión del Servicio Penitenciario (SPF) en el Palacio de Tribunales. Llevaba una bolsa de supermercado con las obras completas de Michel Foucault y un bolso con ropa y elementos de higiene personal. Se había mentalizado para cumplir la condena a diez años y nueve meses de prisión por la tragedia en la que murieron 194 personas. La Cámara Federal de Casación Penal había ordenado ese día la inmediata detención de todos los condenados por el estrago. Chabán y Raúl Villarreal se presentaron espontáneamente en la alcaidía. En el trayecto hacia el penal fueron subiendo los demás: Elio Delgado, Maximiliano Djerfy, Juan Carbone, Daniel Cardell y la ex funcionaria Fabiana Fiszbin.
Desde que llegó al Complejo Penitenciario de Marcos Paz, Chabán no pasó un solo día en una celda. Apenas pisó el penal, fue derivado a la enfermería. Según dijeron las autoridades del SPF, se había descompensado. Con el transcurso de los días, empezó a tener fiebre muy alta y a comer cada vez menos. Seis meses después, había perdido 17 kilos y le costaba hilvanar un relato. "Después de mucho insistir autorizaron a que se le hicieran estudios fuera del penal", cuenta Horacio Etcheverry, su abogado. El cuadro había empeorado de tal forma que, a principios de junio, el mismo servicio penitenciario impulsó la internación externa. Lo sacaron en una ambulancia con fiebre y en bermudas, suponiendo que se había contagiado tuberculosis en la cárcel, como otros presos.
Después de peregrinar por dos hospitales, terminó en el Santojanni. El diagnóstico fue tuberculosis miliar. "Le dieron una medicación para la tuberculosis pero se lo diagnosticó mal y se le destruyeron las defensas. Por eso, ahora no resiste la quimioterapia que necesita para combatir el cáncer", cuenta Analía Fangano, la abogada que defendió a algunos miembros de Callejeros. "Además, en el mismo hospital recibió un trato degradante y golpes por parte del personal penitenciario."
En la cama ubicada en una habitación del segundo piso del hospital, Chabán recibe todos los días transfusiones de sangre y de plaquetas, mientras alterna momentos de lucidez y de delirio en los que vuelve una y otra vez sobre su pasado como promotor del under porteño. Acostado en su cama, suele hablar sobre la noche en la que se pinchó el brazo y escribió con sangre en la pared de Cemento "Omar Emir Presidente". Habla de la difícil relación con Luca Prodan y aquellas mágicas presentaciones en el Café Einstein a comienzos de los 80, cuando la efervescencia del under porteño se condensaba en los shows que él organizaba con Sumo, Soda Stereo y Los Twist. "Cuando los adolescentes estaban tirados y solos en la calle, o las banditas de rock no juntaban más de diez personas, ahí estuve yo, durante veinticinco años, dándoles la oportunidad de ser artistas, de expresarse, de sentirse valorados", suele repetirles a los amigos que se acercan a verlo.
Por los pasillos del segundo piso del Santojanni caminan sus hermanos Yamil y Fátima, los colegas del mundo del arte, la incondicional Katja Alemann y músicos como los integrantes de La Renga, que hicieron cadenas para pedir donaciones de sangre. Sin tener conciencia de la gravedad de su enfermedad, Chabán se pierde entre los recuerdos de los tiempos en los que Cemento fue la gran cueva del rock de nuestra época y la incandescencia de la escena todavía no se había prendido fuego en Cromañón tragándose tantas vidas.

Personal Fest 2013, segunda fecha: manual de supervivencia

Con Muse y Jane´s Addiction a la cabeza, la jornada final del festival se llevó a cabo en GEBA ante 25 mil personas

Fotos de Agustín Dusserre
El mundo no es un lugar ameno desde la perspectiva de Matt Bellamy. Alienación, avaricia, los riesgos de una sociedad informatizada y el temor a que alguien esté manejando los hilos detrás de un Nuevo Orden Mundial son algunas de las temáticas más recurrentes en sus letras. Esta fijación es también la que explica el costado épico de Muse: ante este escenario, gran parte de su discurso se reduce a luchar, a no permitir que los malos de la película triunfen, y a poder atravesar adversidades para cantar victoria. Pero en la película de Bellamy los buenos ganan, y lo que comienza como una invitación a la paranoia ("Despertate y mirá, tu verdadera emancipación es una fantasía"), deviene en proclama heroica casi dos horas después ("Voy a ganar, voy a encender el fusible. Nunca perderé, elijo sobrevivir").
En su tercera visita a la Argentina, el show que le puso cierre a la edición 2013 del Personal Fest confirmó una vez más que el escenario es el terreno en donde Muse mejor explota su potencial. Si en estudio la banda echa mano en exceso a barroquismos líricos e instrumentales, en vivo se reformula como un power trío que apela a todos los recursos en pos de estimular los sentidos provisto de láseres, visuales esmeradas y un volumen atronador, que reverberó fuerte en el pecho del público ante cada golpe del baterista Dominic Howard. Bellamy, prodigio de las seis (y a veces siete) cuerdas, despunta el virtuosismo sin mesura en "Time is Running Out", "Plug In Baby" y "Uprising", pero también sabe ceder a una veta pop innegable con "Madness" y "Starlight". Entre canciones, referencias a Rage Against The Machine, The Animals o Ennio Morriconne (antes de la cabalgata apocalíptica de "Knights of Cydonia") sirven para terminar de pintar un cuadro de situación inclasificable para una banda que se formó a la sombra de lo que Radiohead le legó a Gran Bretaña con el cambio de milenio, y que ahora se disputa con U2 el cinturón por el título de monstruo del rock de escala estadio.

Antes...

Jane´s Addiction
Es el tercer año consecutivo en que Jane´s Addiction llega a Buenos Aires pero el primero que los trae sin la excusa de una gira en torno a las ediciones sudamericanas del Lollapalooza. O no, porque la presencia de Perry Farrell en Argentina esta vez estuvo estrechamente relacionada con el afortunado anuncio de que nosotros también seremos merecedores de la propia versión de uno de los festivales más grandes de Ámerica: a él le debemos esa promesa rockera para 2014. Por tercera vez consecutiva pero sobre el escenario secundario del Personal, los californianos volvieron a desplegar su imaginario sadomasoquista.
Comandada por su líder carismático, que dejó en claro que aquella promesa es casi una realidad ("Tenemos una cita", dijo) y no tuvo reparos en volver a hacer referencia a su turbulenta primera llegada al país (solo, para pasar música en Pachá) en plena crisis de 2001, Juana es una diosa -puta, hereje- de cuatro brazos. Dave Navarro es el virtuoso y representa la exudación misma de la sexualidad a través de sus solos grandilocuentes y arremolinados, de sus pectorales tatuados y su historial pornográfico; Stephen Perkins es el instintivo, con sus cabalgatas poderosas y violentas; Chris Chaney, el estricto (sin las líneas de bajo introductorias, ni "Mountain Song", ni "Three Days", con su trío de eternos diez, quince, mil minutos, existirían como tales); Farrell es el flexible. Con la elocuencia de sus movimientos elásticos y la potencia de su voz aniñada intactas, el recorrido a través de los éxitos de la banda ("Been Caught Steeling", "Stop!", con el "Señoras y señores..." legendario, "Ted, Just Admit it...") y la muestra al pasar del material de reunión, The Great Escape Artist("Underground") se hizo con la puesta coreográfica ya conocida, materializada en las dos chicas semidesnudas que personifican el espíritu orgiástico de la adicción de la deidad en cuestión. Es la tercera vez en tres años pero su rendimiento no baja del cien por ciento. La esperamos el año que viene, pues.
Albert Hammond Jr.
Casualidad o no, el anteúltimo show que dio The Strokes fue hace dos años, sobre el mismo escenario sobre el que anoche se plantó uno de sus guitarristas, gustoso de abandonar el papel secundario para adoptar el protagónico. Y como desde entonces la banda de Nueva York fijó su norte en la new wave más sintética, lo de Albert Hammond Jr. pasa por una vuelta a sus orígenes. Con un repaso equitativo por su escueta discografía (sólo dos discos y un EP en seis años), lo que acá se ofrece es un recordatorio de lo que su grupo supo ser en un comienzo. Tres guitarras afiladas en diálogo constante, una sección rítmica marcial, y la necesidad imperiosa de convertir cada estribillo en la detonación de lo que se caldea en las estrofas previas son la fórmula clave de los proto hits "Everyone Gets a Star", "In Transit" y "Back to the 101". La elección de los covers tampoco fue azarosa: "Postal Blowfish", de Guided By Voices, ubicó la propuesta en tiempo y espacio, y la versión rabiosa de "Last Caress" de Misfits dejó en claro para qué lado tiró Hammond en su (¿ex?) banda todo este tiempo.
Kashmir
En el tercer escenario, de espalda a los dos principales, la banda danesa aportó la cuota sensible de la jornada en su segunda visita a Buenos Aires. Con el énfasis puesto en su reciente E.A.R., el grupo liderado por Kasper Eistrup apela a climas melancólicos de instrumentación envolvente. Cuando la intensidad electrifica el ambiente, como en "Mouthful of Wasps" y "The Cynic", el saldo es a favor, pero cuando se apela a la intimidad al borde del susurro, como pasó en "Piece of the Sun", el resultado es más ambiguo, porque los festivales no son amigos del intimismo. Un set comprimido, con ocho canciones en cuarenta y cinco minutos sirvió más para ganar nuevos adeptos que para saciar las ansias de un núcleo de fans fieles y demostrativos. Si su debut porteño fue para unos pocos, y su paso por el Personal Fest sumó a sus tropas a quienes no los conocían, la promesa de una pronta visita antes de despedirse hace pensar que quizás la tercera efectivamente sea la vencida para ellos, como corresponde.
Mystery Jets
Otros que llegaron por tercera vez al país. Aunque la última, durante el año pasado para el Beldent Random Fest, los llevó a tocar un set ínfimo, los ingleses ya presentaban su quinto disco, Radlands, el mismo que los trajo ahora a colocarse sobre el escenario Samsung minutos antes de Jane´s Addiction. Así, la banda comandada por Blaine Harrison y William Rees comenzó su repertorio con "Someone Purer", del LP en cuestión, una balada que muta en ese indiepop ameno con pasajes psicodélicos y nuevaoleros que representan, y recurre a los golpes de efecto vocales (los "uoh, uoh", los "uh, uh" y los "shalalá", como el de "Greatest Hits") como caballo de batalla. La apreciación acerca de la división de los campos representó una de las pocas intervenciones realizadas desde el escenario: "No me gusta la segregación, deberían romper las vallas", arengó el violero. Pero por suerte nadie hizo nada más que bailar.
La Armada Cósmica / Zero Kill
Bien temprano, antes de las cinco de la tarde, La Armada Cósmica demostró que las bandas en ascenso también pueden movilizar al público festivalero masivo desde el escenario principal. Con el heterogéneo recorrido a través de los géneros (el grunge, el punk, la psicodelia y algo brit y hasta sónico) que los temas de su disco debut, Budapest, implican, la banda liderada por Daland Gutiérrez centra sus miradas en la figura de este pequeño (porque tiene 19) gran frontman. Virtuoso de las seis cuerdas y de la amplitud vocal (extremo metalero en "Chupar el cable"), Daland reúne todos trucos y movimientos tribuneros del buen rockero y los amalgama con su arrogancia consciente. Igual, por las dudas, antes de despedirse tiró: "Y como dice Pablito Lescano... a la gilada, ni cabida". A continuación, Zero Kill aportó la otra cara de la moneda. A mitad de camino entre el electro rock bailable y el trip hop acuoso, Benito Cerati timonea su barco con teatralidad y parsimonia a la vez. Al igual que David Bowie, su Santo Patrono artístico, su búsqueda va por el costado de lo camaleónico, y puede llevarlo del pop burbujeante a un baladista programado en código binario con "Sunlight", y también a versionar "Bloodsport" de Sneaker Pimps, una de las figuritas difíciles de la escena de Bristol de los noventa. A la hora del cierre, "Automática Lunática" condensa en cuatro minutos sus mejores armas, una melodía adictiva arropada con teclados etéreos y drones de guitarra que se amalgaman con éxito, con vistas a un futuro ganado por peso propio.

Primera fecha: Escuela de (hard)rock

Aerosmith, Whitesnake, Band of Skulls y más marcaron el inicio del festival que reunió a más de 25 mil personas en GEBA.

"¿Les gusta lo viejo? A mí también". La pregunta que Steven Tyler disparó antes de "Cryin'" fue algo más que una expresión sincera. En su tercera visita en seis años (y a menos de dos de la última), en esta ocasión el grupo de Boston puso sus miras en las páginas más antiguas de su catálogo. Poco importa que hayan publicado un álbum de estudio hace menos de un año (Music from Another Dimension, del que sólo sonó "Oh Yeah"): la banda y el público coinciden de manera tácita en que acá lo que importa es el pasado. Esta decisión implica un recorrido serpenteante, en donde los hits están a la orden del día (y de eso Aerosmith sabe bastante), pero también hay incursiones en figuras más difíciles para el escucha casual, que reciben la venia inmediata del núcleo duro de fans. De un lado, "Dude (Looks Like a Lady)", "Love in an Elevator" y "Livin' on the Edge"; del otro, "Draw the Line", "Combination" y "Same Old Song and Dance".
La dinámica del show de Aerosmith está puesta en la química entre Joe Perry y Tyler. Aun cuando su relación dista de estar en los mejores términos cuando están fuera del escenario, arriba de él ejecutan una simbiosis notable. Al frente de una pasarela que avanza sobre el campo, los otrora mellizos tóxicos son el foco de atención mientras de fondo Joey Kramer sostiene paredes junto al bajista David Hull (en reemplazo de Tom Hamilton, ausente con aviso), y Brad Whitford complementa las seis cuerdas con oficio. El vocalista lleva años poniendo el cuerpo, y suple con destreza física y magnetismo lo que su garganta ya no puede cubrir como antes. Pero antes de que suene la alarma, Tyler pela agudos que erizan la piel en "Dream On", y deja la certeza de que Aerosmith tiene un futuro garantizado siempre que él pueda seguir recurriendo a la manera correcta de gritar.

Antes...

Whitesnake
Ni uno, no dos, ni tres. Siete amplificadores Marshall puestos en fila con sus respectivos cabezales ocupan gran parte del escenario durante el show de Whitesnake, porque este no es terreno para sutilezas. De buenas a primeras, "Give Me All Your Love" y "Ready an' Willing" dejan en claro que acá lo que hay importa es el hard rock a volumen 11, tal como eran las cosas en Sunset Strip en los ochenta. Ante un público hechizado, David Coverdale está en llamas. Agita a las masas, se apoya el pie del micrófono en la entrepierna y se serpentea como en sus mejores años. "Is This Love" ofrece la otra cara de Whitesnake, la de las baladas épicas que demuestran que los hombres del metal también tienen sentimientos, y que también sirve para descomprimir un show que enseguida vuelve a la carga con "Slide It In". La pirotecnia de virtuosismo de la banda completa el cuadro, y así como los guitarristas Doug Aldrich y Reb Beach se baten a duelo después de "Pistols at Dawn", Tommy Aldridge se presta a un largo solo de batería en el que termina tocando su instrumento a puño limpio. Todo junto, un compendio de lo que una banda debe tener según los libros sagrados del rock pesado para poder exhibir sus credenciales con orgullo.
Band of Skulls
Entre la promesa y la incertidumbre que acompañan a toda banda que llega por primera vez a nuestro país, el vivo de Band of Skulls se impuso en la grilla de este festival como una de las grandes apuestas. El (power, sí) trío de Southampton cumplió. Y de alguna forma colaboró con la reivindicación del garage bluesrockero en su versión en directo, evitando la crudeza y la suciedad del sonido -comúnmente- propia del género. Recordemos lo que pasó en abril con los Black Keys, por ejemplo. Lo logró así: con un repertorio equilibrado, que comenzó con el tema que da nombre al disco que los puso en la escena internacional durante el año pasado, "Sweet Sour", y mechó adelantos de su próximo trabajo ("Asleep at the Wheel") y pseudohits del debut ("Patterns", "I Know What I Am"); y todos los recursos de una banda focalizada en los riffs pesados, algunos jams espaciales y el complemento vocal entre la aspereza del violero Russel Marsden y la feminidad de la bajista Emma Richardson, que en el contexto hizo imposible no evocar a la de Alison Mosshart. Después de acudir a las referencias western garageras de "Toreador" y a la catarsis valvular de "Hollywood Bowl", "Light of the Morning" y "Death by Diamonds and Pearls" llevaron su set a terreno seguro con la extraña decisión de cerrar su show de la misma manera en la que comienza su álbum debut, como en un ciclo abierto en el que un final también puede ser un inicio.
Buckcherry
La segunda visita de la banda liderada por Josh Todd (que vino en mayo de 2011, para tocar como soporte de Mötley Crüe en el Malvinas Argentinas) funcionó como otra muestra gratis de su efectividad en estas tierras, esa que bien podría significarle una fecha propia sobre cualquier escenario porteño. En el tablado posterior al principal, mientras detrás sonaban los Band of Skulls, los californianos desplegaron su batería de -en el mejor de los sentidos posibles de la palabra- clichés del imaginario hardrockero, centrados en la figura de su frontman (desde su arenga de movimientos pornográficos hasta los tatuajes), y la garantía de una seguidilla de perfectas muestras del género, desde el comienzo con "Lit Up" hasta el final con "Crazy Bitch", pasando por "Rescue Me", a pesar del éxodo progresivo hacia el escenario sobre el que Whitesnake ya comenzaba a desplegar sus propios artilugios.
Draco Rosa
Cuando el pasado arrastra una condena, no queda otra opción que salir al cruce con algo que lo anule completamente. Más allá de su debut artístico como ídolo preadolescente con Menudo, y el posterior arsenal de hits que firmó para Ricky Martin, el presente de Draco Rosa nada tiene que ver con eso, y es la muestra de que sus inquietudes artísticas son el resultado de un espíritu libre. Al frente de La Santa Orquesta Phantom Box, el portorriqueño apeló al mestizaje cultural al abordar el hard rock desde la rítmica latina de raíz. Con la improvisación como eje, la banda puede entrar en una atmósfera stoner mientras el vocalista canta el poema "Nocturno", de Julio Cortázar, zambullirse de lleno en la fusión de "Luchar por ella", o bien ir a fondo con una cadencia arrastrada e hipnótica en la lúgubre "Llanto subterráneo". Así como existen quienes despuntan un vicio por fuera del horario laboral, Draco Rosa hace lo mismo. Conocido por el pop alto alcance que puso en boca de otros, su performance en el escenario Samsung dejó en claro que su veta solista tiene una búsqueda más profunda, y también más arriesgada.
Juanse
A dos años del final definitivo de los Ratones Paranoicos, Juanse no necesita hacer más para reafirmarse como un héroe del rock nacional. Lo sabe. Lo es. La ridiculización capusottiana quedó cancelada con su propia reconstrucción musical y pública, fortalecida incluso después de entregar su cuerpo al Señor y ¿paradójicamente? a la publicidad masiva. Pero igual, a pesar de la reciente edición de Rock es amor igual, su segundo trabajo solista después de la disolución paranoica, recurre a la seguridad de los hits de la banda que lideró durante décadas. "Sigue girando", "Sucia estrella", "Enlace", el "Rock del gato" y también el del pedazo... Todo esto a las seis de la tarde, cuando el predio comenzaba a llenarse y la presentación de la agrupación encabezada por Steven Tyler parecía aún muy lejana. "¿Esperando a Aerosmith?", preguntó al público del escenario sobre el cual mañana se presentará su hijo Daland junto a La Armada Cósmica. "Yo también".